lunes, 25 de octubre de 2010

EL MUNDO PERDIDO - Parte IV y Final

"El Lugar del Tiempo Primigenio"

(Inscripción arcaica entre las patas de la Esfinge de Gizéh, Egipto)


Todo un mundo perdido en el tiempo nos espera para revelarnos su Historia, de la cual tal vez tengamos mucho que aprender si esperamos sobrevivir a la nuestra, como lo mostrará este último artículo de la zaga destinada a revelar los misterios de aquella Humanidad Primigenia, y quizás el más importante por las implicancias que pudiera tener para nosotros su repentina y dramática desaparición... así como su legado.

Por lo mismo me he demorado más de lo debido en redactarlo, pues me he debatido una y otra vez entre diferentes enfoques alternativos, buscando aquél que permita relacionar los sucesos que llevaron a la extinción del Mundo Antiguo con la condición actual de la Humanidad, para que podamos tomar conciencia de nuestra responsabilidad individual y colectiva frente a procesos que obedecen a un marco vivencial mayor y que responden a patrones cósmicos cíclicos, que provocan cada vez condiciones especiales para que -en orden ascendente- puedan ocurrir sucesos trascendentales cuyos efectos nos afectarán, inevitablemente, a todos.

Estamos llegando a una época de la Historia Oficial en que se van a dar las condiciones para que ocurran sucesos tales. De nosotros depende que sus posibles efectos, una vez desatados, no signifiquen -como antaño- la desaparición casi total de la Humanidad. Lo que una vez ocurrió también nos podría ocurrir a nosotros ahora. Y frente a una posibilidad tal ... ¿estamos preparados? ¿sabemos de qué se trata y cómo enfrentarlo?

Espero que estos artículos, además de constituir una valiosa fuente de información en contexto, puedan contribuir para una toma real de conciencia frente a lo que viene... e impulse a mis lectores a reaccionar favorablemente.

Pues bien, en las exposiciones anteriores he podido aportar argumentos concluyentes para demostrar que existió una Humanidad anterior a la nuestra, de mayores capacidades físicas, psíquicas e intelectuales, gigantes en todo sentido, que se desarrolló a un grado tecnológico tal que parece haber superado a nuestra actual civilización en muchos aspectos, y de la cual ha quedado una evidente herencia cultural y arqueológica diseminada por todo el planeta. ¿Pero sabemos fehacientemente por qué y cómo desapareció?

CAUSAS PROBABLES que gatillaron la extinción

Retomando lo revelado en entradas anteriores, podemos visualizar con bases claras que tras cientos de años las fuerzas oscuras en permanente infiltración provocaron la degradación del linaje sacerdotal de la raza primigenia -los descendientes de Set, tercer hijo de Adán- dejando sumido al mundo de entonces en tinieblas espirituales y a merced de sus propias inclinaciones decadentes, lo que lo habría llevado a un estado tal de violencia que lo hizo aberrante a los ojos de los Elohim, los Creadores Iniciales.

"Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, al ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas." (Génesis 6:1-2).

Este hecho habría provocado el encuentro obligado de las costumbres paganas con las del linaje escogido (los hijos de Dios), y la consiguiente degradación de la pureza moral y espiritual de los depositarios de la Sabiduría Superior, al mezclarse éstos con los demás seres humanos que debían guiar espiritualmente terminando por adoptar sus costumbres y creencias bárbaras... en vez de ocurrir a la inversa como se esperaba.

Es muy probable que los principios filosóficos y religiosos originales de este linaje se hubieran entonces tergiversado –como ocurrió con la iglesia cristiana primitiva a partir de Constantino el Grande en el siglo IV d.C.- y que de este proceso de contaminación, paulatino e irreversible, haya surgido una casta sacerdotal dominante que, sin perjuicio de los grandes conocimientos científicos que desarrollase (puesto que entonces la ciencia no habría estado divorciada de la religión como ocurre ahora) se hubiera ido apartando cada vez más del verdadero conocimiento, lo que habría apurado la degradación en el transcurso de los siglos siguientes.

La religión oficial sepultó a la verdadera en el olvido, salvo unos pocos del linaje escogido que no se mezclaron y mantuvieron viva la llama de la Sabiduría Superior. Noé fue uno de ellos.

Así, el primer intento abarcador por parte de los Elohim de reformar moral y socialmente a los descendientes de Adán habría sido inducido al fracaso por acción de aquella poderosa fuerza contraria denunciada en un artículo anterior (”Annunaki – Identificando Anomalía”, entradas I y II).

En efecto, un linaje inicialmente puro y sano producto de leyes y observancias estrictas, cuya finalidad habría sido la de ejercer una influencia positiva por todo el mundo habitado que le permitiera retomar la senda perdida, llevó a la gente de entonces –por caminos al parecer muy diferentes a los de la actual– al desarrollo de una elevada civilización de alcance e influencia mundial, la cual a lo largo de los siglos se habría degradado paulatinamente hacia un estado de extremada crueldad y violencia, al punto que llegó a ser extremadamente peligrosa para la seguridad física del planeta y para el éxito del Plan de Contingencia destinado a extirpar la Rebelión,... haciéndose odiosa a la vista de sus Creadores, quienes deciden entonces su exterminio a través de un cataclismo de alcance universal.

SEPULTADOS BAJO LAS AGUAS

"Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra. ... Aquél día del año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, fueron rotas todas las fuentes del gran abismo y abiertas las cataratas de los cielos ... Las aguas subieron mucho sobre la tierra, todos los montes que había debajo de todos los cielos quedaron cubiertos ... Y murieron todos los seres que se mueven sobre la tierra, así las aves como el ganado y las bestias, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre. ... y permanecieron las aguas ciento cincuenta días sobre la tierra." (Génesis, capítulo 7)

"En el transcurso de un sólo día aciago y de una noche aciaga, ... la isla de la Atlántida desapareció completamente tragada por el mar." (Timeo, 25d).

"En el sexto año de Can, once Muluc del mes Zar, tuvieron lugar terribles terremotos que duraron hasta el trece Chuen. El país de las colinas de arcilla, Mun, y el país Muod fueron sus víctimas. Dos veces temblaron y después desaparecieron súbitamente durante la noche. La corteza de la Tierra fue levantada y bajada, una y otra vez, por fuerzas subterráneas, hasta que no resistió más y muchas zonas fueron divididas por profundas fisuras. Por último, ambos países, con sus sesenta y cuatro millones de habitantes se abismaron en el océano. Esto ocurrió 8.060 años atrás". (Códice Maya Manuscrito Troano, conservado en el Museo Británico).

NUMEROSAS EVIDENCIAS arqueológicas y geológicas recopiladas a la fecha, algunas recientes y de carácter espectacular, así como las narraciones de las culturas amerindias precolombinas, las de antiguos textos egipcios, hindúes, protoiraníes, y los de la misma Biblia, apuntan a que dos míticos sucesos grabados en forma indeleble en lo más profundo de la memoria colectiva humana, el Diluvio Universal y el hundimiento de la Atlántida y de Mu habrían sido dramáticamente reales...y además contemporáneos.

Para que hubiera sido geológicamente posible un cataclismo tal, y de carácter universal, sólo habría bastado un cambio repentino en la inclinación del eje terrestre haciendo que, por la inercia del movimiento de rotación, olas gigantescas inundaran todo a su paso y que finalmente tierras altas quedaran bajo el agua y que tierras anteriormente hundidas emergieran. Todo ello acompañado de lluvias torrenciales y cambios climáticos instantáneos, transformando tierras fértiles en desiertos o en zonas polares y viceversa. Además la redistribución del peso de las aguas habría provocado sucesivos terremotos, erupciones volcánicas y nuevos maremotos, aumentando, si cabe, la magnitud del cataclismo.

Sin embargo, cabe aquí recordar una de las grandes interrogantes que rodean al Diluvio Universal: ¿De dónde salió tal cantidad  de agua? "Siempre que se ha intentado contestar a esta pregunta se ha hecho desde la actual concepción del mundo y contando con las reservas naturales del líquido que existen hoy en el mismo." (Claudio Soler y Mónica Quirón. El Enigma del Arca de Noé y el Diluvio, EDIMAT Libros S.A., página 116)

¿Una gran capa de vapor cubría la Tierra? "Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión cielos.”(Génesis 1:6-8)


La Biblia dice que con ocasión del Diluvio "fueron abiertas las cataratas de los cielos.". Evidentemente se refiere a algo mucho mayor que lluvias torrenciales. ¿Cómo pudo esto ser posible? Para explicarlo, hay varias teorías que coinciden en que antes del Diluvio el planeta contaba con una capa de vapor que lo envolvía y protegía. Eso explicaría el por qué cada mañana los campos eran regados por un suave rocío que los hacía fértiles en una Tierra en que, también según la Biblia, no había llovido nunca: "... porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra,... pero se levantaba de la tierra un vapor que regaba toda la superficie del suelo." (Génesis 2:5-6)También explicaría, junto con la posición original de su eje, un clima benéfico y menos expuesto a la radiación solar, y con ello el mayor tamaño y longevidad de las especies vivas, incluyendo a los seres humanos de entonces. En palabras del investigador Adam Clark: "Antes que sobreviniera el Gran Diluvio, la atmósfera total de la Tierra  estaba saturada de humedad, formando una nube que encerraba al planeta por completo. Cuando la gigantesca nube empezó a dejar caer humedad en forma de lluvia, se originó el aguacero más tremendo que haya tenido lugar en cualquier época".

El suceso que provocó la inclinación brusca del eje terrestre sin duda que afectó las capas superiores de la atmósfera haciendo que esta gran nube se condensara repentinamente abriendo literalmente las cataratas de los cielos, las que con su gran volumen de agua en movimiento se vinieron a sumar al desborde caótico de los océanos, a los terremotos y sucesivos maremotos... y a la repentina erupción de los volcanes por el brusco movimiento de las placas tectónicas debido al peso de la gran masa da agua en movimiento, que levantaron y hundieron grandes porciones de tierra, mientras el planeta era anegado por las aguas que lo cubrieron, dice la Biblia, hasta seis metros por sobre los más altos montes. 

"Esta nueva concepción introduciría nuevos parámetros que cambiarían el planteamiento clásico de la cuestión. De hecho, esta es la única hipótesis que permitiría interpretar al pie de la letra los hechos narrados en la Biblia." (Soler y Quirón. ibid.)

¿Qué pudo haber provocado que nuestro planeta se desplazara repentinamente de su eje de rotación?

Existen suficientes evidencias históricas y arqueológicas que ilustran la posibilidad de fortísimos y sucesivos impactos sobre la superficie de la tierra, que pudieron haber sido provocados tanto por la caída de asteroides como por la acción de algún tipo de arma muy potente, cuya tremenda fuerza pudo haber sido la causa. Respecto de esa última posibilidad, se han encontrado muchas regiones del planeta cuyas condiciones geofísicas y de asentamientos humanos muestran que en épocas muy antiguas habrían sido arrasadas por la fuerza descomunal de armas de destrucción masiva (ya vimos el caso de Mohenjo-Daro y Harappa en el Valle del Indo), y que han dejado rastros similares a los observados en los polígonos de prueba de armas nucleares de las naciones actuales.

Por otro lado, antiguas crónicas egipcias, mayas y chinas dan a entender que la Tierra se habría dado vuelta, provocando el gran cataclismo, debido a un cuerpo celeste de grandes proporciones que la impactó a gran velocidad.

Por ejemplo el Códice Chimalpopoca, según una publicación de la Universidad Autónoma de México el año 1975, dice: "El firmamento se acercó a la Tierra y en el espacio de un día todo se hundió. Las montañas fueron tapadas por las aguas (...) mientras que otras de color de fuego (nacían) y se erguían (...) hacia el cielo". El libro chino Schu Ching consigna que "Antes del diluvio la Tierra sufrió una violenta sacudida (...) el cielo comenzó bruscamente a declinar hacia el norte (...) El Sol, la Luna y los planetas habían cambiado su curso (...) El astro no salió por diez días y la Tierra fue inundada". (Pasenkiewicz)

También tenemos evidencias de una posible intervención tecnológica de seres extraterrestres para que ello ocurriera, quienes, como narra Platón en sus Diálogos y también Moisés en el Génesis, habrían decidido castigar a los hombres por su excesiva maldad y violencia:

La Biblia menciona la siguiente situación antes del Diluvio: "Vió Jehová que la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón era de continuo el mal... y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre sobre la tierra... La tierra se corrompió delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: ‘He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y yo los destruiré con la tierra...Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá." (Génesis, capítulo 6. La cursiva en negrita es mía).

Lo anterior coincide sorprendentemente con lo relatado por Platón en sus Diálogos: "Y el dios de dioses, Zeus, que reina por las leyes y que, por cierto, tenía el poder de conocer todos estos hechos, comprendió qué miserables disposiciones adquirió esta raza, de un carácter primitivo tan excelente. Quiso aplicarles un castigo, a fin de hacerles reflexionar y conducirlos de nuevo a una mayor moderación. A tal efecto reunió a todos los dioses en su más noble mansión: ella está situada en el centro del Universo y ve desde lo alto todo lo que participa del Porvenir..."

Se observa al comparar estos textos, que los seres creadores habrían visto entonces la urgente necesidad de depurar la naciente Humanidad a través de una purga a gran escala como lo habría sido el Diluvio, decisión que significó cambiar drásticamente el proceso original de su plan de rehabilitación y rescate de la raza humana, pues las fuerzas que se oponían a él eran demasiado influyentes y poderosas.

Este plan maestro, ya insinuado en las acciones de Abel, hijo de Adán, que después de la primera caída sacrificaba animales ofrendados a Dios, habría continuado después de este fracaso con el rescate del Diluvio de una familia elegida especialmente, descendiente de la casta original de los hijos de Dios (el linaje de Set) para continuar el proceso a través una nueva Humanidad, continuación directa de la anterior, tomando forma paulatinamente a través de la selección de hombres escogidos por su obediencia y fidelidad.

Como las revelaciones de los escritos antiguos apuntan –según ya vimos- a una combinación de tres causales, la humana, la natural y la extraterrestre, es posible que la excesiva y peligrosa violencia de aquella civilización cuyos imperios se enfrentaban entre sí con gran poderío tecnológico expresado en la utilización a gran escala de armas de destrucción masiva, haya provocado que los Colonizadores de la Tierra desviaran calculadamente uno o más de los numerosos proyectiles naturales que constituyen los asteroides cuyas órbitas se cruzan periódicamente con la de la Tierra, para que el impacto se produjera justo en el lugar geográfico que lograra el efecto buscado por ellos: las cercanías del archipiélago atlante, hundiendo grandes porciones de tierra y alterando el eje del planeta, causando con ello olas kilométricas y repentinos cambios climáticos que provocaron el Diluvio Universal.

¿POR QUÉ FUE DESTRUIDA LA CASI TOTALIDAD DE LA HUMANIDAD si por el contrario se perseguía su rescate a través de un plan de contingencia?

Una justificación plausible para tan terrible exterminio la constituiría el que la raza antediluviana tuvo una mayor responsabilidad dadas sus elevadas características físicas y mentales iniciales, lo que incidió en que la acción general fuera más drástica frente a su degradación y gran violencia, a pesar que muchísimos casos particulares hubieran podido ser considerados en forma especial por los Elohim. También hay que tomar en cuenta el que sus increíbles adelantos técnicos hicieran que su excesiva violencia se volviera muy peligrosa para la integridad física del planeta, algo similar a la situación que vivimos en nuestros días pero a una escala inmensamente mayor dado que ellos sí habrían desencadenado la temida conflagración nuclear que nosotros hasta el momento hemos podido evitar, guerra que pudo haber destruido el planeta llevando al fracaso rotundo el Plan de Contingencia.

NOTA: Al respecto, la investigadora Jadwiga Pasenkiewicz, en su obra Los Soberanos de los Mundos Perdidos, (capítulo XIV, Los Primeros Aviones Levantan Vuelo, págs. 259 – 261), escribe: “Según las crónicas tibetanas, indias, escandinavas, arias, las de los Mayas y tribus establecidas en la Patagonia, el Gran Cataclismo [el Diluvio] fue precedido por uno menor, aunque igualmente terrible, provocado por el hombre, veinticinco años antes. La explosión de artefactos nucleares es narrada en estos mensajes, con el lenguaje adoptado por los ‘intérpretes de las sagradas escrituras’,  pero para nosotros es perfectamente comprensible, ya que vivimos construyendo una civilización muy parecida y las previsiones para nuestro futuro no son menos catastróficas. (…) De acuerdo con las crónicas de la India, Garuda (el avión transformado, con el tiempo, en ‘dios del viento y de la tempestad’) ‘perdiendo un gran huevo hizo quemar medio mundo’ (…) Las fuentes iraníes enriquecen aquella información con otros dramáticos detalles: ‘la mayoría de los seres vivientes encontró la muerte a causa del frío insoportable y fue sepultada por la nieve’. Se trataba del mismo pavoroso invierno, ‘finbulvetr’, vivido por los escandinavos y narrado en sus sagas, que enterró en la ‘blanca tumba’ a los pueblos de la Antártica, una tierra antes pujante.

Los Yamas de Sudamérica hablan de Iblis –ya conocemos a ese ‘pájaro’ a través de las crónicas protoiraníes- que, ‘sintiéndose ofendido por los hombres, como venganza hizo caer muchísima nieve, hasta que la tierra estuvo cubierta por una inmensa capa de hielo’. Los Mayas, al describir la existencia de sus antepasados en ese periodo, dicen que entonces ‘el agua cayó durante cincuenta años’. (¿A causa de las explosiones atómicas?) ‘el cielo se encapotó y sobre la Tierra no existía más el día, sólo la noche. De aquel firmamento invisible se desprendió un tizón encendido (el planetoide que chocó con nuestro globo, aumentando las trágicas consecuencias del cataclismo). Se hizo el fuego, mientras que por veinticinco años habíamos vivido en la oscuridad’. Inmediatamente después, ‘el cielo se volvió a cubrir con el humo’ y esta vez, como resultado de la suma de los dos desastres, algunas generaciones de los pueblos de América vivieron sin haber visto jamás el Sol, ni la Luna, ni las estrellas y sufriendo un frío inimaginable”. (La cursiva y negrita en el texto es mía)

Pasenkiewicz cita a Noorbergen, autor de la obra "I Segreti delle antiche razze", (SIAD, Milán, 1979), al decir que "se han encontrado zonas atacadas por esa terrible arma en todos los continentes, en el curso de los últimos decenios, es decir, desde que  nosotros conocemos su fuerza destructiva y estamos en condiciones de identificar los lugares de las antiguas explosiones. Entre las áreas de estallido de las bombas que han sido estudiadas mejor, con relevamientos y observaciones apropiadas, se pueden citar las de Babilonia, bajo los estratos de las culturas babilónica, sumeria y neolítica; Israel; la parte meridional del desierto de Arabia occidental (en una extensión de 7.000 km²); la zona más desolada del desierto de Gobi; el sur del desierto del Sahara. También se han reconocido vestigios en el Dekkán y en la región septentrional entre el Ganges, los montes Rajamahal y Lanka (India); en Mongolia; en la China, territorio de Lop Nor; en las Islas Británicas; en las Lofoten; a lo largo de la costa de Noruega, en el Valle de la Muerte, en el desierto norteamericano de Mojave y en la comarca comprendida por los ríos Gila y San Juan, en algunos puntos de la California meridional, de Arizona y de Colorado; en el Perú, en los alrededores de la fortaleza de Sacsahuamán (cerca del Cuzco), en una superficie de aproximadamente 15 kilómetros; en Brasil, al sur de Teresina (Estado de Piauí), entre Piripirí y Río Longe". [los restos de las sietes ciudades descriptas por Von Däniken en su obra El Oro de los Dioses, capítulo V.].

Pero según ella existen muchos territorios más. "El suelo donde se han producido explosiones nucleares presenta en todas partes la misma apariencia: los restos de las ciudades quemadas, fundidas y vitrificadas por un espantoso calor que no pudo ocasionar ningún incendio o erupción volcánica, sometidas a una intensísima radiación, con el aspecto de las rocas tan similar al de las zonas de nuestros polígonos atómicos, que a veces es difícil diferenciarlos." (ibid. págs. 259 – 261).

CAVERNÍCOLAS PREHISTÓRICOS: Involución tecnológica y del hábitat  originales

La antigua y soberbia civilización había desaparecido. Terminado el Diluvio, la descendencia de la antigua Humanidad quedó reducida al estado de barbarie. Los pocos sobrevivientes tuvieron que habitar al comienzo en cavernas para guarecerse de un medio ambiente totalmente diferente del original, ya que las antiguas e ideales condiciones climáticas del planeta habían cambiado producto de la inclinación de su eje de rotación, haciéndolo ahora mucho más hostil debido a la Glaciación que siguió al Diluvio, a lo marcado de las estaciones, y a la nueva configuración de las tierras emergidas.

Lo anterior, sin perjuicio de que todas las comodidades de la antigua civilización habían desaparecido, los territorios no sumergidos estaban sembrados con millones de cadáveres de personas y animales que envenenaban el aire, y extensas zonas del planeta presentaban condiciones de “invierno nuclear” fruto de la guerra atómica y de la caída posterior del planetoide que desencadenó el Cataclismo, con gigantescas nubes de polvo tapando el sol por años condenando a los sobrevivientes que lograron llegar a ellas "a una tenebrosa oscuridad y a un intensísimo frío".

“Transcurrieron siglos y milenios, durante los cuales, las tribus volvieron al estado primitivo y vagaron por los espacios inmensos de los continentes sin vida, evocando alrededor del fuego el glorioso pasado de sus antiguas patrias desaparecidas.” (Pasenkiewicz, ibid., pág. 262). 

UNA ALERTA NECESARIA PARA EL MUNDO ACTUAL

Como ya es de conocimiento público, se acerca una fecha crucial revelada por diferentes culturas antiguas, especialmente por los Mayas en un asombroso calendario lítico que demuestra su acabado conocimiento de los ciclos del Tiempo: el 21 de diciembre del año 2012. A grandes rasgos, se trata del final de un ciclo cósmico en que el Sistema Solar culmina una vuelta completa en torno al centro de nuestra galaxia, vuelta que dura un periodo aproximado de 26.000 años.

Para entonces la Tierra y el Sol estarán alineados con el ecuador de la Vía Láctea y por ende en la posición más cercana a su núcleo. Ello implica que tanto el sol como la Tierra sufrirán los efectos de la mayor radiación proveniente de él lo que provocará, entre otros posibles efectos, una mayor actividad en el Sol con la consiguiente emisión de una gran cantidad de partículas radiactivas que incidirán sobre el escudo magnético de nuestro planeta, que lo protege precisamente de dicha radiación.

¿Nos afectará esto? ¿Cómo? Lo cierto es que ya lo está haciendo. Ello porque hace años que hemos entrado en el umbral de dicho suceso astronómico, el que estará en su máximo para la fecha señalada e irá disminuyendo paulatinamente cuando se reinicie el nuevo recorrido de 26.000 años. Ya se hacen sentir cada vez con más fuerza, extensión y periodicidad las manifestaciones geológicas y climáticas, como también las convulsiones de tipo social, producto de esa mayor radiación. Se prepara el escenario propicio para un gran cambio en el planeta. ¿De qué tipo será éste? Dependerá en gran medida de nosotros, como veremos a continuación.

Se viene hablando cada vez con más fuerza y mejores argumentos de la estrecha relación existente entre el campo magnético terrestre y el magnetismo que irradia cada uno de los seres vivos (Gregg Braden, "2012 ¿Qué Esperar del Cambio de Era?". Editorial Norma para Sefirá. edición 2009 para Latinoamérica. Lynne McTaggart, "El Campo". Editorial Sirio, 2007). El estado emocional-afectivo de los seres vivos modifica su propio magnetismo y éste afecta el de la Tierra en forma proporcional al número de seres que manifiestan una emoción similar. Este proceso se produce también a la inversa: la Tierra nos afecta si su campo magnético está siendo alterado por la radiación solar, como de hecho está ocurriendo ahora.

Debido a este último proceso, las conciencias humanas se están haciendo cada vez más perceptivas aunque también, por lo mismo, más vulnerables a las influencias de todo tipo de ideologías. Ello lo saben fehacientemente las fuerzas superiores que libran su batalla a través de nosotros.

Por ello tenemos por delante dos grandes desafíos que ineludiblemente deberemos encarar:

1. Cuidar de la integridad geológica y climática del planeta, nuestro escenario de vida, fortaleciendo desde ya su campo magnético con emociones positivas a escala mundial (Braden lo ha denominado "Plan de Coherencia Global") a fin de minimizar los efectos de la mayor radiación solar. Para ello debemos informarnos adecuadamente para desechar con buenos fundamentos el temor de un "acabo de mundo" y, entre todos, sentir y manifestar con alegría y esperanza contagiosas que el cambio de Era que se avecina es la mejor oportunidad de poder lograr una nueva y auspiciosa época para la Humanidad, un Nuevo Orden Mundial.

2. Entender desde ya que, para las condiciones que imperarán entonces, hay sólo dos alternativas de enfoque y resultados para un Nuevo Orden Mundial, entre las que deberemos escoger sin posibilidades de ser neutrales y con las consecuencias que les son propias a cada una de ellas:

a) el que pretenden instaurar las fuerzas oscuras a través de la globalización programada por las organizaciones transnacionales económicas, políticas, religiosas y ocultistas que a estas alturas ya todos identificamos, infiltradas en sus más altas cúpulas por una fraternidad de poderosos, inescrupulosos y ambiciosos, que actúan decidida y conscientemente detrás del telón bajo el liderazgo reptiliano de Lucifer "el Gran Dragón, la Serpiente Antigua" quién, como hemos visto detalladamente en artículos anteriores, busca lograr a través de sus corregentes humanos el control ideológico de la Humanidad para así asegurar su propia supervivencia... y el control posterior del Universo.

b) el ofrecido por los Creadores de la Humanidad, que luchan contra el Dragón y que desean restaurar la condición físico-espiritual inicial de la raza humana a través del sacrificio expiatorio del Mesías, para reincorporarla a la gran familia no contaminada del Universo y eliminar con ello la Rebelión que amenaza la estabilidad de toda la Creación.

NUESTRA CONCIENCIA ES LA CLAVE. Ahora que se están dando las condiciones que la están volviendo cada vez más sensible cuidémosla como un tesoro, alimentémosla con la información correcta, despertemos a la Verdad que nos hará libres y pongámonos decididamente "del lado de los buenos", para contribuir con nuestro ejemplo a materializar en la mayor cantidad de personas posibles la realidad que los salvaguarde de los dramáticos sucesos que describió el Maestro... cuando miraba proféticamente hacia el fin del tiempo:

"Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos."
(Lucas 17:26-27, versión La Nueva Biblia de los Hispanos, 2005)


Por




BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA: 
  • Braden, G. (2009). 2012 ¿Qué Esperar del Cambio de Era? Bogotá: Editorial Norma para Sefirá.
  • McTaggart, L. (2006). El Campo. Editorial Sirio.
  • Pasenkiewicz, J. (1992). Los Soberanos de los Mundos Perdidos. Las Civilizaciones Aeronáuticas de Pasado. Buenos Aires: Editorial KIER.
  • Soler, C., & Quirón, M. (2003). El Enigma del Arca de Noé y el Diluvio. Madrid: EDIMAT Libros S.A.

ENLACE RECOMENDADO:



VIDEOS RECOMENDADOS:

Como resúmenes gráficos de la reveladora zaga de artículos denominada "El Mundo Perdido" que he publicado hasta aquí, sugiero al lector ver los siguientes videos que respaldan contundentemente nuestra exposición y que no lo dejarán indiferente frente a esta nueva y más veraz interpretación de la Prehistoria, motivándolo a apoyarla con los medios a su alcance:

1) "El Diluvio - En Busca de la Atlántida": De la serie Misterios del Pasado, documental producido y dirigido por Roel Oostra y narrado por el escritor e investigador Colin Wilson, en el que se plantean numerosas evidencias que no encajan con la versión oficial de la Prehistoria, que demuestran en su conjunto la posibilidad de una catástrofe climática en la Antigüedad que acabó súbitamente con una desarrollada civilización humana de influencia planetaria.


2) Escribamos de Nuevo la Historia: De la serie Planeta Encantado de J. J. Benítez, este interesante documental nos lleva a Egipto, a la última de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, las Pirámides de Gizeh, de las cuales sobresale como una reina, Keops, la gran pirámide, una construcción casi incomprensible, un desafío a la razón. A la vista de estas prodigiosas construcciones -increíbles incluso para la arquitectura del siglo XXI- el mundo se pregunta... ¿cómo lo hicieron? La sorprendente tecnología egipcia en la época de la primera dinastía, tecnología que inexplicablemente se fue perdiendo en las dinastías posteriores… hasta desaparecer por completo


3) "La Atlántida: lo que la ciencia oculta", documental de José Luis Espejo, publicado en You Tube en 10 capítulos, en el que hace un recorrido por los puntos más controvertidos en torno a los orígenes de la civilización. Sirve de introducción y complemento a su libro recientemente aparecido en librerías, titulado  LOS HIJOS DEL EDÉN:


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OBSERVACIÓN: Esta serie de artículos están basados o forman parte del libro escrito recientemente por el autor, denominado “Fenómalos – La Quinta Esencia”, publicado por Editorial Trafford (ISBN 1-4251-1232-3, por Trafford Publishing, Canada). Las imágenes y videos han sido tomadas directamente de la web, y sólo para efectos de ilustración del texto. De haber alguna de ellos con derechos de autor agradeceré comunicármelo para retirarlas de esta entrada.

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente el artìculo, pero no creo que sea el ùltimo.
tendre que analisarlo un poco mmàs.
Ricardo Ortiz

Rortiz dijo...

Muy bueno el articulo, debere leerlo de nuevo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Te felicito, la demora valió la pena, este artículo final logró sintetizar exitosamente toda la información que nos entregaste anteriormente y también manifestar y resaltar el rol que jugamos todos en los acontecimientos que ocurren y ocurrirán en el mundo. Cuando leía el artículo me llamaba mucho la atención como la tendencia de la humanidad a la irreflexión nos puede llevar a un camino oscuro e irreversible, pero es bueno saber que todo está en tomar conciencia.

Anónimo dijo...

Thanks very good for report, I follow your blog