"El Lugar del Tiempo
Primigenio"
(Inscripción arcaica entre las patas de la
Esfinge de Gizéh, Egipto)
Todo un mundo perdido en el
tiempo nos espera para revelarnos su Historia, de la cual tal vez
tengamos mucho que aprender si esperamos sobrevivir a la nuestra, como lo
mostrará este último artículo de la zaga destinada a revelar los misterios de
aquella Humanidad Primigenia, y quizás el más importante por las implicancias
que pudiera tener para nosotros su repentina y dramática desaparición... así como su legado.
Por lo mismo me he demorado más de
lo debido en redactarlo, pues me he debatido una y otra vez entre diferentes
enfoques alternativos, buscando aquél que permita relacionar los sucesos que
llevaron a la extinción del Mundo Antiguo con la condición actual de la
Humanidad, para que podamos
tomar conciencia de nuestra responsabilidad individual y colectiva frente a
procesos que obedecen a un marco vivencial mayor y que responden a patrones cósmicos
cíclicos, que provocan cada vez condiciones especiales para que -en orden
ascendente- puedan ocurrir sucesos trascendentales cuyos efectos nos afectarán,
inevitablemente, a todos.
Estamos llegando a una época de
la Historia Oficial en que se van a dar las condiciones para que ocurran
sucesos tales. De nosotros
depende que sus posibles efectos, una vez desatados, no signifiquen -como
antaño- la desaparición casi total de la Humanidad. Lo que una vez ocurrió
también nos podría ocurrir a nosotros ahora. Y frente a una posibilidad tal ... ¿estamos preparados? ¿sabemos de
qué se trata y cómo enfrentarlo?
Espero que estos artículos, además
de constituir una valiosa fuente de información en contexto, puedan contribuir
para una toma real de conciencia frente a lo que viene... e impulse a mis lectores a
reaccionar favorablemente.
Pues bien, en las exposiciones
anteriores he podido aportar argumentos concluyentes para demostrar que existió
una Humanidad anterior a la nuestra, de mayores capacidades físicas, psíquicas
e intelectuales, gigantes en
todo sentido, que se desarrolló a un grado tecnológico tal que parece haber
superado a nuestra actual civilización en muchos aspectos, y de la cual ha quedado
una evidente herencia cultural y arqueológica diseminada por todo el planeta. ¿Pero sabemos fehacientemente por
qué y cómo desapareció?
CAUSAS
PROBABLES que gatillaron la extinción
Retomando lo revelado en entradas
anteriores, podemos visualizar con bases claras que tras cientos de años las
fuerzas oscuras en permanente infiltración provocaron la degradación del linaje
sacerdotal de la raza primigenia -los descendientes de Set, tercer hijo de
Adán- dejando sumido al mundo de entonces en tinieblas espirituales y a merced
de sus propias inclinaciones decadentes, lo que lo habría llevado a un estado
tal de violencia que lo hizo aberrante a los ojos de los Elohim, los Creadores
Iniciales.
"Aconteció que cuando
comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron
hijas, al ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas
tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas." (Génesis 6:1-2).
Este hecho habría provocado el
encuentro obligado de las costumbres paganas con las del linaje escogido (los
hijos de Dios), y la consiguiente degradación de la pureza moral y espiritual
de los depositarios de la Sabiduría Superior, al mezclarse éstos con los demás
seres humanos que debían guiar espiritualmente terminando por adoptar sus
costumbres y creencias bárbaras... en vez de ocurrir a la inversa como se
esperaba.
Es muy probable que los principios
filosóficos y religiosos originales de este linaje se hubieran entonces
tergiversado –como ocurrió con la iglesia cristiana primitiva a partir de
Constantino el Grande en el siglo IV d.C.- y que de este proceso de
contaminación, paulatino e irreversible, haya surgido una casta sacerdotal
dominante que, sin perjuicio de los grandes conocimientos científicos que
desarrollase (puesto que entonces la ciencia no habría estado divorciada de la
religión como ocurre ahora) se hubiera ido apartando cada vez más del verdadero
conocimiento, lo que habría apurado la degradación en el transcurso de los
siglos siguientes.
La religión oficial sepultó a la
verdadera en el olvido, salvo
unos pocos del linaje escogido que no se mezclaron y mantuvieron viva la llama
de la Sabiduría Superior. Noé
fue uno de ellos.
Así, el primer intento abarcador por
parte de los Elohim de reformar moral y socialmente a los descendientes de Adán
habría sido inducido al fracaso por acción de aquella poderosa fuerza contraria
denunciada en un artículo anterior (”Annunaki – Identificando Anomalía”, entradas I y II).
En efecto, un linaje inicialmente
puro y sano producto de leyes y observancias estrictas, cuya finalidad habría
sido la de ejercer una influencia positiva por todo el mundo habitado que le
permitiera retomar la senda perdida, llevó a la gente de entonces –por caminos
al parecer muy diferentes a los de la actual– al desarrollo de una elevada
civilización de alcance e influencia mundial, la cual a lo largo de los siglos
se habría degradado paulatinamente hacia un estado de extremada crueldad y
violencia, al punto que llegó a ser extremadamente peligrosa para la seguridad
física del planeta y para el éxito del Plan de Contingencia destinado a
extirpar la Rebelión,... haciéndose
odiosa a la vista de sus Creadores, quienes
deciden entonces su exterminio a través de un cataclismo de alcance universal.
SEPULTADOS
BAJO LAS AGUAS
"Era Noé de seiscientos años
cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra. ... Aquél día del año
seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del
mes, fueron rotas todas las fuentes del gran abismo y abiertas las cataratas de
los cielos ... Las aguas subieron mucho sobre la tierra, todos los montes que
había debajo de todos los cielos quedaron cubiertos ... Y murieron todos los seres que se
mueven sobre la tierra, así las aves como el ganado y las bestias, y todo
reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre. ... y permanecieron las
aguas ciento cincuenta días sobre la tierra." (Génesis,
capítulo 7)
"En el transcurso de un sólo
día aciago y de una noche aciaga, ... la isla de la Atlántida desapareció
completamente tragada por el mar." (Timeo, 25d).
"En el sexto año de Can,
once Muluc del mes Zar, tuvieron lugar terribles terremotos que duraron hasta
el trece Chuen. El país de las colinas de arcilla, Mun, y el país Muod fueron
sus víctimas. Dos veces temblaron y después desaparecieron súbitamente durante
la noche. La corteza de la Tierra fue levantada y bajada, una y otra vez, por
fuerzas subterráneas, hasta que no resistió más y muchas zonas fueron divididas
por profundas fisuras. Por último, ambos países, con sus sesenta y cuatro
millones de habitantes se abismaron en el océano. Esto ocurrió 8.060 años
atrás". (Códice Maya Manuscrito
Troano, conservado en el Museo Británico).
NUMEROSAS EVIDENCIAS arqueológicas y geológicas recopiladas a la fecha, algunas
recientes y de carácter espectacular, así como las narraciones de las culturas
amerindias precolombinas, las de antiguos textos egipcios, hindúes,
protoiraníes, y los de la misma Biblia, apuntan a que dos míticos sucesos
grabados en forma indeleble en lo más profundo de la memoria colectiva humana, el Diluvio Universal y el
hundimiento de la Atlántida y de Mu habrían
sido dramáticamente reales...y además contemporáneos.
Para que hubiera sido
geológicamente posible un cataclismo tal, y de carácter universal, sólo habría bastado un cambio repentino en la inclinación
del eje terrestre haciendo que,
por la inercia del movimiento de rotación, olas gigantescas inundaran todo a su
paso y que finalmente tierras altas quedaran bajo el agua y que tierras
anteriormente hundidas emergieran. Todo ello acompañado de lluvias torrenciales
y cambios climáticos instantáneos, transformando tierras fértiles en desiertos
o en zonas polares y viceversa. Además la redistribución del peso de las aguas
habría provocado sucesivos terremotos, erupciones volcánicas y nuevos
maremotos, aumentando, si cabe, la magnitud del cataclismo.
Sin embargo, cabe aquí recordar una
de las grandes interrogantes que rodean al Diluvio Universal: ¿De dónde salió tal cantidad
de agua? "Siempre
que se ha intentado contestar a esta pregunta se ha hecho desde la actual
concepción del mundo y contando con las reservas naturales del líquido que
existen hoy en el mismo." (Claudio Soler y Mónica Quirón. El Enigma del Arca de Noé y el
Diluvio, EDIMAT Libros S.A., página 116)
¿Una gran capa de vapor cubría la
Tierra? "Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión cielos.”(Génesis 1:6-8)
La Biblia dice que con ocasión del Diluvio "fueron
abiertas las cataratas de los cielos.". Evidentemente
se refiere a algo mucho mayor que lluvias torrenciales. ¿Cómo pudo esto ser
posible? Para explicarlo, hay varias teorías que coinciden en que antes
del Diluvio el planeta contaba con una capa de vapor que lo envolvía y
protegía. Eso explicaría el por qué cada mañana los campos eran regados por un
suave rocío que los hacía fértiles en una Tierra en que, también según la
Biblia, no había llovido nunca: "...
porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra,... pero se
levantaba de la tierra un vapor que regaba toda la superficie del suelo." (Génesis 2:5-6). También
explicaría, junto con la posición original de su eje, un clima benéfico y menos
expuesto a la radiación solar, y con ello el mayor tamaño y longevidad de las
especies vivas, incluyendo a los seres humanos de entonces. En palabras del
investigador Adam Clark: "Antes que sobreviniera el Gran Diluvio,
la atmósfera total de la Tierra estaba saturada de humedad, formando una
nube que encerraba al planeta por completo. Cuando la gigantesca nube empezó a
dejar caer humedad en forma de lluvia, se originó el aguacero más tremendo que
haya tenido lugar en cualquier época".
El suceso que provocó la inclinación
brusca del eje terrestre sin duda que afectó las capas superiores de la
atmósfera haciendo que esta gran nube se condensara repentinamente abriendo
literalmente las cataratas de los cielos, las que con su gran volumen de agua
en movimiento se vinieron a sumar al desborde caótico de los océanos, a los
terremotos y sucesivos maremotos... y a la repentina erupción de los volcanes
por el brusco movimiento de las placas tectónicas debido al peso de la gran
masa da agua en movimiento, que levantaron y hundieron grandes porciones de
tierra, mientras el planeta era anegado por las aguas que lo cubrieron, dice la
Biblia, hasta seis metros por sobre los más altos montes.
"Esta nueva concepción
introduciría nuevos parámetros que cambiarían el planteamiento clásico de la
cuestión. De hecho, esta es la única hipótesis que permitiría interpretar al
pie de la letra los hechos narrados en la Biblia." (Soler y Quirón. ibid.)
¿Qué pudo haber provocado que
nuestro planeta se desplazara repentinamente de su eje de rotación?
Existen suficientes evidencias
históricas y arqueológicas que ilustran la posibilidad de fortísimos y
sucesivos impactos sobre la superficie de la tierra, que pudieron haber sido
provocados tanto por la caída de asteroides como por la acción de algún tipo de
arma muy potente, cuya
tremenda fuerza pudo haber sido la causa. Respecto
de esa última posibilidad, se han encontrado muchas regiones del planeta cuyas
condiciones geofísicas y de asentamientos humanos muestran que en épocas muy
antiguas habrían sido arrasadas por la fuerza descomunal de armas de
destrucción masiva (ya vimos el caso de Mohenjo-Daro y Harappa en el Valle del
Indo), y que han dejado rastros similares a los observados en los polígonos de
prueba de armas nucleares de las naciones actuales.
Por otro lado, antiguas crónicas
egipcias, mayas y chinas dan a entender que la Tierra se habría dado vuelta,
provocando el gran cataclismo, debido a un cuerpo celeste de grandes
proporciones que la impactó a gran velocidad.
Por ejemplo el Códice Chimalpopoca,
según una publicación de la Universidad Autónoma de México el año 1975, dice: "El firmamento se acercó a la
Tierra y en el espacio de un día todo se hundió. Las montañas fueron tapadas
por las aguas (...) mientras que otras de color de fuego (nacían) y se erguían
(...) hacia el cielo". El
libro chino Schu Ching consigna que "Antes
del diluvio la Tierra sufrió una violenta sacudida (...) el cielo comenzó
bruscamente a declinar hacia el norte (...) El Sol, la Luna y los planetas
habían cambiado su curso (...) El astro no salió por diez días y la Tierra fue
inundada". (Pasenkiewicz)
También tenemos evidencias de una
posible intervención tecnológica de
seres extraterrestres para
que ello ocurriera, quienes, como narra Platón en sus Diálogos y también Moisés
en el Génesis, habrían decidido castigar a los hombres por su excesiva maldad y
violencia:
La Biblia menciona la siguiente
situación antes del Diluvio: "Vió
Jehová que la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo
designio de los pensamientos de su corazón era de continuo el mal... y se
arrepintió Jehová de haber hecho al hombre sobre la tierra... La tierra se corrompió delante de
Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y vio que
estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la
tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: ‘He decidido el fin de todo ser, porque la
tierra está llena de violencia a causa de ellos; y yo los destruiré con la
tierra...Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir
todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la
tierra morirá." (Génesis, capítulo 6. La cursiva en negrita es
mía).
Lo anterior coincide
sorprendentemente con lo relatado por Platón en sus Diálogos: "Y el dios de dioses, Zeus,
que reina por las leyes y que, por cierto, tenía el poder de conocer todos
estos hechos, comprendió qué miserables disposiciones adquirió esta raza, de un
carácter primitivo tan excelente. Quiso aplicarles un castigo, a fin de
hacerles reflexionar y conducirlos de nuevo a una mayor moderación. A tal
efecto reunió a todos los dioses en su más noble mansión: ella está situada en
el centro del Universo y ve desde lo alto todo lo que participa del
Porvenir..."
Se observa al comparar estos textos,
que los seres creadores habrían visto entonces la urgente necesidad de depurar
la naciente Humanidad a través de una purga a gran escala como lo habría sido
el Diluvio, decisión que significó cambiar drásticamente el proceso original de
su plan de rehabilitación y rescate de la raza humana, pues las fuerzas que se
oponían a él eran demasiado influyentes y poderosas.
Este plan maestro, ya insinuado en
las acciones de Abel, hijo de Adán, que después de la primera caída sacrificaba
animales ofrendados a Dios, habría continuado después de este fracaso con el rescate del Diluvio
de una familia elegida especialmente, descendiente de la casta original de los
hijos de Dios (el linaje de
Set) para continuar el proceso
a través una nueva Humanidad, continuación directa de la anterior, tomando forma paulatinamente a través
de la selección de hombres escogidos por su obediencia y fidelidad.
Como las revelaciones de los
escritos antiguos apuntan –según ya vimos- a una combinación de tres causales, la humana, la natural y la
extraterrestre, es posible que la excesiva y peligrosa violencia de aquella
civilización cuyos imperios se enfrentaban entre sí con gran poderío
tecnológico expresado en la utilización a gran escala de armas de destrucción
masiva, haya provocado que los Colonizadores de la Tierra desviaran
calculadamente uno o más de los numerosos proyectiles naturales que constituyen
los asteroides cuyas órbitas se cruzan periódicamente con la de la Tierra, para
que el impacto se produjera justo en el lugar geográfico que lograra el efecto
buscado por ellos: las
cercanías del archipiélago atlante, hundiendo grandes porciones de tierra y
alterando el eje del planeta, causando con ello olas kilométricas y repentinos
cambios climáticos que provocaron el Diluvio Universal.
¿POR QUÉ FUE DESTRUIDA LA CASI
TOTALIDAD DE LA HUMANIDAD si por el contrario se perseguía su rescate a través
de un plan de contingencia?
Una justificación plausible para tan
terrible exterminio la constituiría el que la
raza antediluviana tuvo una mayor responsabilidad dadas sus elevadas
características físicas y mentales iniciales, lo que incidió en que la
acción general fuera más drástica frente a su degradación y gran violencia, a
pesar que muchísimos casos particulares hubieran podido ser considerados en
forma especial por los Elohim. También
hay que tomar en cuenta el que sus increíbles adelantos técnicos hicieran que
su excesiva violencia se volviera muy peligrosa para la integridad física del
planeta, algo similar a la situación que vivimos en nuestros días pero a
una escala inmensamente mayor dado que ellos sí habrían desencadenado la temida
conflagración nuclear que nosotros hasta el momento hemos podido evitar, guerra que pudo haber destruido el
planeta llevando al fracaso rotundo el Plan de Contingencia.
NOTA: Al respecto, la investigadora
Jadwiga Pasenkiewicz, en su obra Los Soberanos de los Mundos Perdidos,
(capítulo XIV, Los Primeros Aviones Levantan Vuelo, págs. 259 – 261), escribe: “Según las crónicas tibetanas,
indias, escandinavas, arias, las de los Mayas y tribus establecidas en la
Patagonia, el Gran Cataclismo [el Diluvio] fue precedido por uno menor, aunque
igualmente terrible, provocado
por el hombre, veinticinco años antes. La
explosión de artefactos nucleares es narrada en estos mensajes, con el lenguaje
adoptado por los ‘intérpretes de las sagradas escrituras’, pero para nosotros es perfectamente
comprensible, ya que vivimos construyendo una civilización muy parecida y las
previsiones para nuestro futuro no son menos catastróficas. (…) De acuerdo con
las crónicas de la India, Garuda (el avión transformado, con el tiempo, en
‘dios del viento y de la tempestad’) ‘perdiendo un gran huevo hizo quemar medio
mundo’ (…) Las fuentes iraníes enriquecen aquella información con otros
dramáticos detalles: ‘la mayoría de los seres vivientes encontró la muerte a
causa del frío insoportable y fue sepultada por la nieve’. Se trataba del mismo
pavoroso invierno, ‘finbulvetr’, vivido por los escandinavos y narrado en sus
sagas, que enterró en la ‘blanca tumba’ a los pueblos de la Antártica, una
tierra antes pujante.
Los Yamas de Sudamérica hablan de
Iblis –ya conocemos a ese ‘pájaro’ a través de las crónicas protoiraníes- que,
‘sintiéndose ofendido por los hombres, como venganza hizo caer muchísima nieve,
hasta que la tierra estuvo cubierta por una inmensa capa de hielo’. Los Mayas,
al describir la existencia de sus antepasados en ese periodo, dicen que
entonces ‘el agua cayó durante cincuenta años’. (¿A causa de las explosiones
atómicas?) ‘el cielo se encapotó y sobre la Tierra no existía más el día, sólo
la noche. De aquel firmamento
invisible se desprendió un tizón encendido (el planetoide que chocó con nuestro
globo, aumentando las trágicas consecuencias del cataclismo). Se hizo el fuego, mientras que por
veinticinco años habíamos vivido en la oscuridad’. Inmediatamente después, ‘el
cielo se volvió a cubrir con el humo’ y
esta vez, como resultado de la suma de los dos desastres, algunas generaciones
de los pueblos de América vivieron sin haber visto jamás el Sol, ni la Luna, ni
las estrellas y sufriendo un frío inimaginable”. (La cursiva y negrita en el texto es mía)
Pasenkiewicz cita a Noorbergen,
autor de la obra "I Segreti delle antiche razze", (SIAD, Milán,
1979), al decir que "se
han encontrado zonas atacadas por esa terrible arma en todos los continentes,
en el curso de los últimos decenios, es decir, desde que nosotros conocemos su fuerza
destructiva y estamos en condiciones de identificar los lugares de las antiguas
explosiones. Entre las áreas de estallido de las bombas que han sido estudiadas
mejor, con relevamientos y observaciones apropiadas, se pueden citar las de
Babilonia, bajo los estratos de las culturas babilónica, sumeria y neolítica;
Israel; la parte meridional del desierto de Arabia occidental (en una extensión
de 7.000 km²); la zona más desolada del desierto de Gobi; el sur del desierto
del Sahara. También se han reconocido vestigios en el Dekkán y en la región
septentrional entre el Ganges, los montes Rajamahal y Lanka (India); en
Mongolia; en la China, territorio de Lop Nor; en las Islas Británicas; en las
Lofoten; a lo largo de la costa de Noruega, en el Valle de la Muerte, en el
desierto norteamericano de Mojave y en la comarca comprendida por los ríos Gila
y San Juan, en algunos puntos de la California meridional, de Arizona y de
Colorado; en el Perú, en los alrededores de la fortaleza de Sacsahuamán (cerca
del Cuzco), en una superficie de aproximadamente 15 kilómetros; en Brasil, al
sur de Teresina (Estado de Piauí), entre Piripirí y Río Longe". [los restos de las sietes ciudades
descriptas por Von Däniken en su obra El Oro de los Dioses, capítulo V.].
Pero según ella existen muchos
territorios más. "El
suelo donde se han producido explosiones nucleares presenta en todas partes la
misma apariencia: los restos de las ciudades quemadas, fundidas y vitrificadas
por un espantoso calor que no pudo ocasionar ningún incendio o erupción
volcánica, sometidas a una intensísima radiación, con el aspecto de las rocas
tan similar al de las zonas de nuestros polígonos atómicos, que a veces es
difícil diferenciarlos." (ibid. págs. 259 – 261).
CAVERNÍCOLAS PREHISTÓRICOS:
Involución tecnológica y del hábitat originales
La antigua y soberbia civilización
había desaparecido. Terminado
el Diluvio, la descendencia de la antigua Humanidad quedó reducida al estado de
barbarie. Los pocos
sobrevivientes tuvieron que habitar al comienzo en cavernas para guarecerse de
un medio ambiente totalmente diferente del original, ya que las antiguas e
ideales condiciones climáticas del planeta habían cambiado producto de la
inclinación de su eje de rotación, haciéndolo ahora mucho más hostil debido a
la Glaciación que siguió al Diluvio, a lo marcado de las estaciones, y a la
nueva configuración de las tierras emergidas.
Lo anterior, sin perjuicio de que
todas las comodidades de la antigua civilización habían desaparecido, los
territorios no sumergidos estaban sembrados con millones de cadáveres de
personas y animales que envenenaban el aire, y extensas zonas del planeta
presentaban condiciones de “invierno nuclear” fruto de la guerra atómica y de
la caída posterior del planetoide que desencadenó el Cataclismo, con
gigantescas nubes de polvo tapando el sol por años condenando a los
sobrevivientes que lograron llegar a ellas "a
una tenebrosa oscuridad y a un intensísimo frío".
“Transcurrieron siglos y
milenios, durante los cuales, las tribus volvieron al estado primitivo y
vagaron por los espacios inmensos de los continentes sin vida, evocando
alrededor del fuego el glorioso pasado de sus antiguas patrias desaparecidas.” (Pasenkiewicz, ibid., pág. 262).
UNA ALERTA NECESARIA PARA EL
MUNDO ACTUAL
Como ya es de conocimiento público,
se acerca una fecha crucial revelada por diferentes culturas antiguas,
especialmente por los Mayas en un asombroso calendario lítico que demuestra su
acabado conocimiento de los ciclos del Tiempo: el 21 de diciembre del año 2012. A grandes rasgos, se trata del final
de un ciclo cósmico en que el Sistema Solar culmina una vuelta completa en
torno al centro de nuestra galaxia, vuelta que dura un periodo aproximado de
26.000 años.
Para entonces la Tierra y el Sol
estarán alineados con el ecuador de la Vía Láctea y por ende en la posición más
cercana a su núcleo. Ello implica que tanto el sol como la Tierra sufrirán los
efectos de la mayor radiación proveniente de él lo que provocará, entre otros posibles
efectos, una mayor actividad en el Sol con la consiguiente emisión de una gran
cantidad de partículas radiactivas que incidirán sobre el escudo magnético de
nuestro planeta, que lo protege precisamente de dicha radiación.
¿Nos afectará esto? ¿Cómo? Lo cierto es que ya lo está haciendo. Ello
porque hace años que hemos entrado en el umbral de dicho suceso astronómico, el
que estará en su máximo para la fecha señalada e irá disminuyendo
paulatinamente cuando se reinicie el nuevo recorrido de 26.000 años. Ya se
hacen sentir cada vez con más fuerza, extensión y periodicidad las
manifestaciones geológicas y climáticas, como también las convulsiones de tipo
social, producto de esa mayor radiación. Se
prepara el escenario propicio para un gran cambio en el planeta. ¿De qué tipo será éste? Dependerá en gran medida de
nosotros, como veremos a
continuación.
Se viene hablando cada vez con más
fuerza y mejores argumentos de la estrecha relación existente entre el campo
magnético terrestre y el magnetismo que irradia cada uno de los seres vivos (Gregg
Braden, "2012 ¿Qué
Esperar del Cambio de Era?". Editorial Norma para Sefirá. edición 2009
para Latinoamérica. Lynne
McTaggart, "El
Campo". Editorial Sirio, 2007). El
estado emocional-afectivo de los seres vivos modifica su propio magnetismo y
éste afecta el de la Tierra en forma proporcional al número de seres que
manifiestan una emoción similar. Este
proceso se produce también a la inversa: la
Tierra nos afecta si su campo magnético está siendo alterado por la radiación
solar, como de hecho está
ocurriendo ahora.
Debido a este último proceso, las
conciencias humanas se están haciendo cada vez más perceptivas aunque también, por lo mismo, más vulnerables a las influencias de todo tipo de
ideologías. Ello lo saben fehacientemente
las fuerzas superiores que libran su batalla a través de nosotros.
Por ello tenemos por delante dos
grandes desafíos que ineludiblemente deberemos encarar:
1. Cuidar de la integridad
geológica y climática del planeta, nuestro escenario de vida, fortaleciendo desde ya su campo magnético con emociones
positivas a escala mundial (Braden lo ha denominado "Plan de Coherencia
Global") a fin de minimizar los efectos de la mayor radiación solar. Para
ello debemos informarnos adecuadamente para desechar con buenos fundamentos el
temor de un "acabo de mundo" y, entre todos, sentir y manifestar con
alegría y esperanza contagiosas que el cambio de Era que se avecina es la mejor oportunidad de poder lograr una nueva y auspiciosa
época para la Humanidad, un
Nuevo Orden Mundial.
2. Entender desde ya que, para
las condiciones que imperarán entonces, hay sólo dos alternativas de enfoque y
resultados para un Nuevo Orden Mundial, entre las que deberemos escoger sin posibilidades de ser
neutrales y con las consecuencias
que les son propias a cada una de ellas:
a) el que pretenden instaurar las
fuerzas oscuras a través de
la globalización programada por las organizaciones transnacionales económicas,
políticas, religiosas y ocultistas que a estas alturas ya todos identificamos, infiltradas en sus más altas
cúpulas por una fraternidad de poderosos, inescrupulosos
y ambiciosos, que actúan decidida y conscientemente detrás del telón bajo el liderazgo reptiliano de
Lucifer "el Gran Dragón, la
Serpiente Antigua" quién, como hemos visto detalladamente en artículos
anteriores, busca lograr a través de sus corregentes humanos el control
ideológico de la Humanidad para así asegurar su propia supervivencia... y el
control posterior del Universo.
b) el ofrecido por los Creadores
de la Humanidad, que luchan
contra el Dragón y que desean restaurar la condición físico-espiritual inicial
de la raza humana a través del sacrificio expiatorio del Mesías, para
reincorporarla a la gran familia no contaminada del Universo y eliminar con
ello la Rebelión que amenaza la estabilidad de toda la Creación.
NUESTRA CONCIENCIA ES LA CLAVE. Ahora que se están dando las condiciones que la están volviendo cada vez más
sensible cuidémosla como un
tesoro, alimentémosla con la información correcta, despertemos a la Verdad que nos
hará libres y pongámonos
decididamente "del lado
de los buenos", para
contribuir con nuestro ejemplo a materializar
en la mayor cantidad de personas posibles la
realidad que los salvaguarde de los dramáticos sucesos que describió el
Maestro... cuando miraba proféticamente hacia el fin del tiempo:
"Tal como ocurrió en los
días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían,
se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
y vino el diluvio y los destruyó a todos."
(Lucas 17:26-27, versión La Nueva Biblia de los Hispanos, 2005)
Por
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
- Braden, G. (2009). 2012 ¿Qué Esperar del Cambio de Era? Bogotá: Editorial Norma para Sefirá.
- McTaggart, L. (2006). El Campo. Editorial Sirio.
- Pasenkiewicz, J. (1992). Los Soberanos de los Mundos Perdidos. Las Civilizaciones Aeronáuticas de Pasado. Buenos Aires: Editorial KIER.
- Soler, C., & Quirón, M. (2003). El Enigma del Arca de Noé y el Diluvio. Madrid: EDIMAT Libros S.A.
ENLACE RECOMENDADO:
VIDEOS RECOMENDADOS:
Como resúmenes gráficos de la
reveladora zaga de artículos denominada "El Mundo Perdido" que he
publicado hasta aquí, sugiero al lector ver los siguientes videos que respaldan
contundentemente nuestra exposición y que no lo dejarán indiferente frente a
esta nueva y más veraz interpretación de la Prehistoria, motivándolo a apoyarla
con los medios a su alcance:
1) "El
Diluvio - En Busca de la Atlántida": De la serie Misterios del Pasado, documental producido y dirigido
por Roel Oostra y narrado por el escritor e investigador Colin Wilson, en el
que se plantean numerosas evidencias que no encajan con la versión oficial de
la Prehistoria, que demuestran en su conjunto la posibilidad de una catástrofe
climática en la Antigüedad que acabó súbitamente con una desarrollada
civilización humana de influencia planetaria.
2) Escribamos de Nuevo la Historia: De la serie Planeta Encantado de J. J. Benítez, este interesante documental nos lleva a Egipto, a la última de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, las Pirámides de Gizeh, de las cuales sobresale como una reina, Keops, la gran pirámide, una construcción casi incomprensible, un desafío a la razón. A la vista de estas prodigiosas construcciones -increíbles incluso para la arquitectura del siglo XXI- el mundo se pregunta... ¿cómo lo hicieron? La sorprendente tecnología egipcia en la época de la primera dinastía, tecnología que inexplicablemente se fue perdiendo en las dinastías posteriores… hasta desaparecer por completo
3) "La
Atlántida: lo que la ciencia oculta", documental de José Luis Espejo,
publicado en You Tube en 10 capítulos, en el que hace un recorrido por los
puntos más controvertidos en torno a los orígenes de la civilización. Sirve de
introducción y complemento a su libro recientemente aparecido en librerías,
titulado LOS HIJOS DEL
EDÉN:
_______________________________________________________
OBSERVACIÓN: Esta serie de artículos están basados o forman parte del libro escrito recientemente por el autor, denominado “Fenómalos – La Quinta Esencia”, publicado por Editorial Trafford (ISBN 1-4251-1232-3, por Trafford Publishing, Canada). Las imágenes y videos han sido tomadas directamente de la web, y sólo para efectos de ilustración del texto. De haber alguna de ellos con derechos de autor agradeceré comunicármelo para retirarlas de esta entrada.
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5 comentarios:
Excelente el artìculo, pero no creo que sea el ùltimo.
tendre que analisarlo un poco mmàs.
Ricardo Ortiz
Muy bueno el articulo, debere leerlo de nuevo.
Te felicito, la demora valió la pena, este artículo final logró sintetizar exitosamente toda la información que nos entregaste anteriormente y también manifestar y resaltar el rol que jugamos todos en los acontecimientos que ocurren y ocurrirán en el mundo. Cuando leía el artículo me llamaba mucho la atención como la tendencia de la humanidad a la irreflexión nos puede llevar a un camino oscuro e irreversible, pero es bueno saber que todo está en tomar conciencia.
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